Archivo Histórico: Un lamentable recuerdo de Isabel Marengo
Bahía Blanca no podrá olvidar el lamentable recuerdo de la actitud de la soprano Isabel Marengo, que pusiera en evidencia lo mal que se condicionan sus destacados dotes de cantante con su moral artística, rebajada, por su carencia de formatividad, a un nivel que sin duda avergonzaría al más humilde intérprete por poco concepto que pudiera tener del valor de su palabra, máxima cuando ella ha sido ratificada por una firma.
En la historia de la vida artística de la señorita Isabel Marengo su comportamiento para con esta broadcasting ha de ser un baldón ya que sus méritos artísticos artísticos no están en forma alguna reñidos con el concepto honesto que debe mantenerse de los compromisos que se contraigan. Y tanto más censurable aún es la actitud de la señorita Isabel Marengo, desde que ella se debe única y exclusivamente a una razón de orden material: vale decir que Isabel Marengo dejó de hacer fe a su compromiso, simple y sencillamente porque corría el riesgo de perder unos cuantos pesos.
Como es público y notorio. Isabel Marengo debía actuar en L.U.2 el día 22 de Agosto en un concierto de canto de media hora, de 12:30 a 13 horas. Se había comprometido a ello verbalmente, primero y luego en forma más verbal al hacérsele efectiva la suma convenida por la que firmó el respectivo recibo en la tarde del día 21. A la mañana siguiente, ante los anuncios reiterados propalados por la broadcasting, y un aviso aparecido en el diario “El Atlántico”, personas interesadas directamente en que la cantante no cumpliera su compromiso de presentarse ante el micrófono de L.U.2, presionaron a la misma, intimidándola con la amenaza de que dejarían de abonarle la suma estipulada por una audición que ofreciera la noche anterior, su pretexto de que se había comprometido a que dicha audición fuera exclusiva en Bahía Blanca.
Ignoramos si realmente aquellas personas tenían o no derecho a reclamar la tal exclusividad: pero lo que es evidente es que si Isabel Marengo les había otorgado realmente exclusividad, no debía comprometerse a actuar en L.U.2. y si no se comprometió como lo prueba el recibo cuyo facsímil reproducimos en esta página, no debió dejar de cumplir su palabra, aun cuando se perjudicarán sus intereses al dejar de cobrar el importe, que amenazaban no pagarle si cantaban en esta broacasting. Que para una artista de los prestigios que rodean a Isabel Marengo, más unos que unos pocos pesos- que siempre son poco cuando ellos pueden menguar la personalidad- debió primar la integridad de la personalidad de la artista, tan mal parada por la falta de formalidad de la mujer…